12 agosto 2011

Adiós, Francisco Solano López

Hoy amaneció gris. Día triste, como los que dibujaste en El Eternauta. Hasta cayó granizo...

Desde mi ventana veo una mole de cemento que dibujaste para inmortalizar la obra de Oesterheld, ese otro nombre que se proyecta siempre unido al tuyo.






Queda una sensación de abandono. Ninguno de los dos estará ahora para contarnos El Eternauta.

Pero también un pequeño consuelo. Nadie podrá darle otra cara, otro cuerpo ni otro entorno como el que le regalaste.