30 junio 2006

El Evangelio según Pasolini



Pier Paolo Pasolini hizo, bajo mi punto de vista, la mejor película sobre Cristo de la historia del cine. El evangelio según Mateo ha cobrado más fuerza en los últimos tiempos, se ha convertido en una ventana hacia la salvación ante bazofias como La Pasión de Mel Gibson, una blasfemada, una bofetada a Caravaggio.

El primer acierto de Pasolini ha sido la elección de Jesús, el vasco Enrique Irazoqui parece, al fin, un Cristo humano, un Cristo que podría sentarse al lado mío en el banco de un parque. El casting de Pasolini parece claro... “Abstenerse hombres con el cabello largo y ojos azules, aquí solo queremos a hombres bajitos, morenos y unicejos, es decir, que parezcan reales”.

El Cristo de Pasolini me aproxima al amor, al odio, a la tortura, al hambre y la sed. El Cristo de Pasolini me aleja de un mundo eclesiástico y estúpido para llevarme al neorrealismo más crudo y poético.

El segundo acierto de Pasolini es el primitivismo con el que filma los milagros de Cristo, los cielos no se abren, no cae un rayo de luz mientras suenan coros celestiales, no se elevan las aguas de los mares. Pasolini lo resuelve en tres planos:

Primer plano de un leproso, se detiene.
Primer plano de Cristo que dice “yo te curo”.
Primer plano del leproso curado.

Ya está ¡es magistral! austero, barato, real, directo... precioso. Con esa inmediatez noto en verdad un deseo por curar a un leproso, no veo aspavientos ni procesos de brujería largos y tediosos, no veo a un Cristo que le cueste un cristo realizar cada uno de sus milagros.

Esta austeridad es constante en la película, prueba de ella es la primera secuencia: la anunciación del embarazo de María, porque los cambios de escala entre los planos y contraplanos de María y José, sumado a sus interpretaciones mudas, expresivas, no dejan lugar a duda sobre lo que acontece.

Otra prueba de ello son los sermones en el monte, como un primer plano de Cristo, de diálogos impagables, primer plano tras primer plano, contra viento y marea, de día y de noche. El montaje del sermón a través del corte y la repetición. Cine.

Lo magistral de Pasolini es su humildad, no existe en su film un plano cenital desde el cielo. El visor de la cámara no deja de ser nunca el ojo de un autor, cada plano es moral, citando al maestro Godard, eso es algo que el papanatas de Mel Gibson no supo ver, puesto que por una vez quiso sentirse como el Dios que todo lo ve, por eso es que su film es torpe y estúpido desde el punto de vista cinematográfico.

Esta película es majestuosa porque Cristo es en verdad un revolucionario, un marxista, porque Cristo no es un adonis sobrenatural, porque los ojos de Enrique Irazoqui son de una expresividad inclasificable. Es Majestuosa por su blanco y negro neorrealista, por la belleza de sus paisajes áridos, majestuosa porque existe Bach, Mozart y Prokofiev dentro de ella. Majestuosa porque Pasolini interpretó el texto de Mateo de manera brillante debido a su erotismo y a su proximidad.

Marc Jardí

6 comentarios:

Liliana dijo...

Pasolini siempre supo qué quería decirnos, y lo hizo (lo sigue haciendo, porque su cine no envejece) de la manera más austera, sin por ello dejar atrás al artista que era.
Coincido contigo en que esta historia de Cristo es mucho más creíble que cualquier otra que se haya filmado (y mira que ha corrido celuloide con ese tema).Y ha sido un ateo quien lo ha logrado. Quizá por la distancia con que puede entenderla.

En cuanto a Mel Gibson, debería haberse quedado con la actuación de sus "Mad Max" y ya hubiera justificado su aporte al cine. Como director no me gusta ni un poquito.

¿? dijo...

No es Pasolini uno de los autores por los que sienta mayor aprecio, pero esta obra es de las que considero aceptables, sobre todo para un tipo que llegó al cine desde otros medios.
¿Qué te parece la interpretación de Scorsese?

Por cierto echale un vistazo a esta página, es de un amigo mío que habla sobre cine y política:

http://cineypolitica.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Marc,
siento que esta es la nota más pasional que escribiste en este blog. Coincido con que el film de Mel Gibson es malo y paupérrimo y lejos está de retratar a ese hombre revolucionario que ansiaba un mundo mejor.
Siendo la visión de un cineasta ateo es mucho más conmovedora y auténtica.
Creo justo también rescatar, el film de Scorsese "La última tentación de cristo", porque revisó la historia desde el lado de la posibilidad de la duda como forma de pensamiento, de la negación a un destino impuesto y en contra de los dogmas, de un Jesús hombre con todo lo que eso implica...
Saludos.

Tatiana dijo...

Ay! me dieron ganas de verla. Agarre por cable la de Mel Gibson, y (aunque mi comentario suene de Doña Rosa) cerraba los ojos porque me parecio muy sangrienta...Puaj

Cristhian Carvajal dijo...

De Pasolini he visto muy poco y justamente esta película de Cristo es una de las muchas que me faltan.

Por la pasión con que escribió (Marc) el comentario me da la sensación que es muy buena. Tocará vérsela para poder comentar mejor.

Finalmente me uno al rescate del filme de Scorsese, el cuál para mi es muy bueno. En esta película es donde he visto la mejor caracterización de Judas.

Anónimo dijo...

¡Pasolini no puede ser llamado ateo!
¡leánlo por favor!
Y, sí, su evangelio es bellísimo.