12 enero 2007

En construcción

Cineforum #1 – Los Grillitos


José Luis Guerín es, en mi opinión, el mejor cineasta español de la historia junto con Luis Buñuel y Víctor Erice. Y no necesariamente en este orden.

En construcción es un documental construido de principio a fin. Un film que modificó su construcción interna día a día, porque ayer no fue igual que hoy, y mañana será diferente de nuestro tiempo presente. Por lo tanto, seguir un guión o un guión técnico sería algo así como matar una película. La palabra guión viene de guía y las películas deben construirse y modificarse hasta el último día de la post producción. Es la única manera en que las imágenes se mantengan vivas y en continuo choque.

Guerín es un hombre fascinado por la construcción de la ficción, por la recreación. Esta última es el leitmotiv no solo de esta película, sino de toda su filmografía. Guerín tiene, como Erice, una filmografía muy reducida, pero otra vez como Erice, es de los pocos cineastas que pueden contar cualquiera de sus películas como obras maestras.

La construcción de la nueva Rambla del Raval le sirve a Guerín como columna vertebral de una historia donde cada costilla es un rincón del Barrio Chino de Barcelona.

El entorno político, social y económico de este rincón del mundo es descrito sabiamente no solamente mediante la cámara de Guerín, sino también por lo variopinto de los personajes de la película. Guerín me ha enseñado que además de las películas de Bergman o de Godard, en la esquina de mi calle también puedo encontrar los personajes y las frases más bellas del mundo. Además de ver, también debemos observar. No es suficiente con oír, hay que escuchar.

Tras el derrumbe de muchos edificios y su posterior excavación para cimientos más fuertes, los obreros descubrieron una fosa común. Sí, y Guerín no duda en hacer de Rosellini. Si éste último utilizó el hallazgo de la pareja de esqueletos enterrada a manera de metáfora hacia su pareja protagonista, Guerín hace lo suyo al improvisar y darle al acontecimiento un significado capital en la película: el de una historia que no podemos ni debemos obviar, una historia de la que no podemos escapar, una historia que no podemos tapar.

No importa cuántas construcciones se quieran hacer. Cada rincón de nuestro planeta tiene una historia que como mínimo debemos respetar. Y no solamente la historia material, las personas tienen historia. Una persona al ponerse frente a una cámara, además de seguir siendo persona se convierte en personaje, por lo tanto también tiene historia, mejor o peor que la de nosotros, pero historia al fin y al cabo, y los respetamos tal y como son.

Las raíces de una persona, de un edificio o de una película no deberían hacerse a partir de la destrucción, sino por medio de la construcción y la transformación de un pasado.

Marc Jardí

6 comentarios:

Liliana dijo...

No he visto ninguna película de Guerín. Sí he leído comentarios de que "En construcción" bien vale la pena. Ya mismo la subrayo en mi lista, sobre todo, porque si puedes asociarla a esos maestros y si te inspiran todo lo que aquí dices, seguro es imperdible.

MAREÑA dijo...

Hace muchoa años se contaba un chiste de un paisano tuyo donde termina diciendo:"Callate, que vos también tenés tu historia" todos tenemos nuestra historia y lo que escribe Marc en su último párrafo es muy cierto, alguien me decía en estos días : no vivas en el pasado, pero aquí cabe la frase:
sino por medio de la construcción y la transformación de un pasado.

Duna dijo...

No he visto 'En construcción', y desconocía que tuviera como escenario un barrio tan próximo a mi lugar de trabajo. Me la anoto.

Unknown dijo...

Personajes y personas auténticos de verdad! Me quedo con la escena de ella cargando con él...
Salud!

Raquel dijo...

Has utilizado dos palabras cuyo concepto es clave para la convivencia: respeto y construcción. Sin respeto, la convivencia no es facible, el respeto es fundamental en cualquier sociedad. Construcción, sí, empezando por nosotros mismos: cada uno ha de construirse como persona individual, y ha de crecer en el respeto a sí mismo y a los demás. Y así construiremos también una sociedad mejor. ¿Una utopía? Probablemente sí, pero habrá que intentarlo, ¿verdad? Gracias, Marc

Anónimo dijo...

mibarrio mibarrio mibarrio mibarrio santo y bello y dolorido...mi barrio amado.