23 septiembre 2006

Un sueño hecho realidad


Cuando inicié este blog lo hice pensando en Andrés Caicedo. Desde hace muchos años, es un duende que me acompaña como un ejemplo a seguir, por lo que en su breve vida le brindó al cine. Una vez más, Andrés ha sido mi inspirador.

Ya he dicho que el cine recorre mi existencia cual columna vertebral, sobre la que se encarnan trozos de experiencia que le dan razón de ser.

Recuerdo en Caracas, allá por los ochenta, cuando buscando continuar mi carrera de Historia (UBA) –iniciada en la Argentina de Cámpora y abortada en la dictadura de Videla–, y acompañada por mi hermano Sergio, encontramos en la UCV la carrera de Artes. Fue Sergio quien me empujó a inscribirme allí. Artes, especialización en Cine... Si tanto me gustaba el cine, si tantas imágenes cinematográficas habían pasado por mis retinas desde aquella infancia en La Consulta, ¿por qué no darme ese gustazo?

Le entregué a esa carrera intensa, hermosa, inigualable, la mayor parte de las horas de cada uno de mis días. Cine y lecturas. La guía de ese profesor insustituible que es Alfredo Roffé y el entusiasmo, la energía y la creatividad de Iván Feo me empujaron a aferrarme a ese soplo de magia que fueron los años de estudio, donde también encontré gente invalorable, que hoy son verdaderos profesionales de la especialidad y que, felizmente, cuento entre mis más queridos amigos.

La carrera de Artes de la UCV te forma como crítico, como teórico. Con mi título recién estrenado me contrataron para crear el Club de Video del Ateneo de Caracas, que inició un espacio novedoso para los cinéfilos caraqueños. De allí pasé a la Cinemateca, donde programé cantidad de ciclos por años, y donde también conocí gente de todos los países y vi cine de todos los rincones del mundo. La sala maravillosa y el programa de mano: dos instrumentos para poder contagiar al Otro de lo que me tenía fascinada a mí.

Si hay algo que puede hacer un crítico –además de interpretar una película, de brindar su lectura entendida, de descubrir para el espectador matices sutiles que no se perciben a simple vista– es poder "sembrar" su inquietud cinéfila, como lo hacía Andrés Caicedo. Y para ello, hay dos maneras. Una, la programación de filmes novedosos, de películas archiconocidas por las generaciones anteriores, de ciclos que descubran un autor, una identidad cultural, un tema especial...

Otra, la que es motivo de toda esta introducción. Me refiero a la docencia. Con una experiencia enriquecedora en una escuela de cine y algunos años más de estudio, sobre todo en educación virtual, cargué la mochila con mis conocimientos para crear mi propia escuela.

AULA CRÍTICA es un lugar que no tiene fronteras, un sitio donde queremos que haya un excelente nivel académico, donde conseguir la titulación no sea lo primordial, sino que lo primero sea ver cine, saber de cine, entenderlo, aprender a amarlo... Para luego poder encontrar cómo difundir esa cinesífilis (como la denominaba Caicedo). Porque estoy convencida de que es posible trabajar en lo que te preparaste, y si es algo que te apasiona, ¿qué mejor? Se trata de eso. De formar gente que pueda seguir transmitiendo aquello que aprendió con la misma mística que respira esta escuela.

¿Por qué digo "queremos"? Porque en esta empresa (en su acepción de reto, de meta por lograr) no estoy sola. Una vez más me acompaña la invalorable complicidad de mi hermano, Sergio Sáez, quien ha diseñado no sólo la página, sino que también ha preparado para profesores y alumnos un campus virtual donde podremos encontrar gente de cualquier latitud que quiera aprender lo que estamos dispuestos a enseñar.

Tampoco faltan los profesores, profesionales y amigos, entre los que quiero destacar a Marcela Barbaro, a Mariela Salgado, a Isabel Ferrer y a Javier Rivas, quienes me acompañan en la cruzada, con todo su talento y conocimiento.

Ya estamos funcionando. Las clases comienzan y espero poder sumar a mis compañeros de ruta (Isabel, Pablo, Héctor, Richard...) para que en los próximos meses integren la planta académica de Aula Crítica y enriquezcan la propuesta con nuevos cursos.

Este es mi nuevo desafío. Uno de los pasos más arriesgados que he dado en el camino hasta aquí recorrido.

Liliana Sáez

20 comentarios:

Daniel dijo...

Y empieza el camino, y que bueno que haya camino.

Lili, soy testigo del empeño, la ilusión y el trabajo que le estás metiendo a esta empresa (en la misma acepción) que -estoy seguro- será exitosa!

No queda sino felicitarte. Alegría para ti!

:)

Un abrazote

Andrés David dijo...

Hacer empresa (como dices "en su acepción de reto, de meta por lograr") es una experiencia increíble. Porque implica amar lo que haces y hacer lo que amas, sufrir todos los días con ese sufrimiento hermoso de lo propio, ver crecer el proyecto y empezar a involucrar gente. No tengo hijos pero algo me dice que se parece mucho —con las salvedades del caso, claro.

Una de tus frases define perfectamente, para mí, lo que intentas hacer: donde conseguir la titulación no sea lo primordial, sino que lo primero sea ver cine, saber de cine, entenderlo, aprender a amarlo. Nada más que decir, porque es hora de estudiar.

Un abrazo.

¿? dijo...

Liliana te felicito por la propuesta y espero que se de todo bien!!!
He dado un vistazo a la pág web y está de lujo, el listado de películas es fenomenal, me ha agradado mucho.
Por cierto, los dias 4, 5 y 6 de octubre se ofrece una serie de conferencias sobre cine español rural, donde intenvendrán personalidades tan importantes como Erice, Gubern, Zunzunegui, etc., en un pueblecito de Córdoba: Dos Torres. Yo soy amigo de uno de los organizadores, si puedo intentaré hacerte llegar a tu correo la transcripción de las conferencias

Andrés Correa dijo...

Hola

No te imaginas cuanto me alegro por ti y por tus alumnos... Eres un sol! Tienes el don de inspirar y de transmitir y ahora que te la juegas por tu sueño ya veras todas la cosas bonitas que se vienen.

Un Abrazo!

Andrés

Canichu, el espía del bar dijo...

esto es casi un peqeuño retazo de biografía. luego paso por esa web.

mimismidad dijo...

Es una maravillosa idea, Liliana. Mucha suerte en esta empresa que acometéis con tanta ilusión. Besos.

kuroi yume dijo...

Oh!, qué gran idea!
Muchísima suerte y que vaya para muy largo!

Anónimo dijo...

Gracias, por la parte que me toca, por los buenos deseos. Ahora de lo que se trata es de que corra la voz, y que Aula Crítica sea conocida por más gente. Confío en que los buenos amigos de este blog pongan su granito de arena...

Gracias de nuevo.

Cristhian Carvajal dijo...

La verdad no tenía ni idea de esta idea/empresa. Pero al leer este post me alegré mucho por tan merecido logro. Seré uno de los participantes desde la práctica, el estudio y apoyo para que Aula Crítica dé (como seguramente pasará) su mejores frutos para vos y los estudiantes.

No sabes cuánto me alegro por este tipo de oportunidades que se dan para los que amamos el cine.

Un abrazote y mucho, pero mucho éxito =)

Anónimo dijo...

Ser hermana de personas tan lindas, íntegras y brillantes como Liliana y Sergio siempre me hizo sentir muy orgullosa. Ahora me siento muy feliz de que puedan volver realidad este sueño que vienen acuñando desde hace tiempo. Los quiero mucho. (No vale censurar el mensaje).

Liliana dijo...

Gracias a todos por su aporte de energía de la buena, que es bienvenida y hace falta. Sé que se alegran de sentirme tan feliz (¡sí, lo estoy!) y quiero contarles que todos ustedes tienen bastante que ver en este logro. Igualmente los amigos que me felicitaron por mail o por msn, porque a estos comentarios les huyen.
La verdad es que me siento muy querida y eso me da empuje y ganas de seguir adelante.
Otra vez, gracias.
Los quiero tanto...

¿? dijo...

Liliana, ya tengo la confirmación de las asistencias al congreso del que te hablaba, de directores irán Julio Medem (precisamente para hablar de Vacas), Montxo Armendáriz (para discurrir sobre Obaba), la actriz española Pilar López de Ayala (protagonista de Obaba), y los profesores universitarios y críticos de cine: Santos Zunzunegui, Ángel Quintana, Agustín Gómez, Darío Villanueva y Pascale Thibaudeau.

Un saludo

Liliana dijo...

Qué bueno, Vigi. Ojalá puedas conseguirme esas conferencias. Serían muy útiles para mi biblioteca. Qué impotencia me da estar tan lejos.
Un abrazo.

Canichu, el espía del bar dijo...

hago el link de aula crítica en mi blog en la seccion de links a webs, no a la de blogs, porque entiendo que aula crítica es una web. Bueno, pues a ver si os va bien con el asunto. Un saludo.

Liliana dijo...

Muchas gracias, canichu. No tienes una idea de la ayuda que me das publicándola en tu índice de webs. Ya los tendré al tanto de cómo marcha.
Un abrazo.

Tatiana dijo...

Guau, Liliana! Felicitaciones y muchos exitos!!!!!!!

Anónimo dijo...

Pues, nada , mucha suerte. NO sabes como te envidio. Adoro el cine, también es par5te primordial en mi vida y no paro de ver películas, pero me veo incapaz muchas veces de decir porque una película me fascina o la odio, muchas veces es algo que simplemente siento. Un saludo.

Liliana dijo...

Más gracias a todos, incluidos también Isa, Teresa, Carlos, Bárbara, Lorena, Rosy, Héctor, Mario, Olga, Richard, Martha (en el orden que quieran: son todos importantes para mí).

MAREÑA dijo...

Cada vez que un sueño se concreta hay un ángel nuevo, creado con el esfuerzo, la valentía, el deseo y el amor por ese sueño. Felicitaciones por esta nueva empresa!!!

En los años 60´s existía en Bogotá el CINEFORUM, cada sábado los colegios ya fueran privados o públicos iban a una sala de teatro y se presentaba una película, luego se analizaba, se hacían comentarios, sólo estudiantes y profesores de los dos últimos años de secundaria, era dirigido por Carlos Mayolo y Fernando Martínez, algunas veces llevaban invitados,
luego en cada colegio se hacía el círculo literario y se exponía el autor si estaba basado en un libro o se terminaba la polémica que había quedado sin resolver. Eso me gustaba. Hoy no he visto que se haga eso.

Liliana dijo...

Mareña, diste en el clavo.
Ese espíritu de los 60 y de los 70, pero actualizado a este nuevo milenio es lo que quiero lograr con Aula Crítica. No se trata de ir al pasado, sino de recuperar la mística, la inquietud de esos años, para proyectarla en una época en que todo pareciera superficial, frívolo... aunque estoy segura de que no lo es.
Un abrazo.