18 octubre 2006

La dama en el agua (segunda parte)

Andrés David Aparicio Alonso




II. Ruedas dentro de ruedas

Afuera hay un mundo nombrado y nunca visto, determinado por la incesante voz de un locutor que narra los hechos más sobresalientes de la guerra. Todos los televisores que aparecen están sintonizados en la misma noticia, que muestra un desierto sin fin en el que ruedan tanques y avanzan soldados. El exterior, que rodea invisible el pequeño mundo donde transcurre la historia, es un lugar sin agua. Este símbolo va más allá de mostrar al exterior como un sitio hostil para mostrar que es un sitio alejado del agua, es decir, alejado de las ninfas y de sus enseñanzas. En otras palabras, alejado de la iluminación. Por contraposición, el cuadrado definido por el edificio y la casa de Cleveland se constituye en un refugio, el último tal vez, para sus habitantes.

Sin embargo, entre el exterior y el edificio hay un zona más cercana, exuberante, oscura y misteriosa. El antiguo bosque del cuento de hadas está representado por el césped y por los grandes árboles que enmarcan un lado del cuadrado. Es la tierra fértil que necesita del agua para producir frutos pero que no cede ante su dominio. El lugar al que llegó el hombre alejándose de las ninfas. Es aquí donde habitan los antagonistas que reclaman señorío sobre los seres humanos y no cederán ante ellas. Es en el límite entre este bosque y el edificio donde está el hogar de Cleveland, quien se torna así en la persona más cercana al conflicto. Además, su trabajo de cuidador lo sitúa en el rol del leñador de Caperucita, alguien que debido a su labor es versado en el terreno aunque no necesariamente un experto. Estos factores lo convierten en el más idóneo para encontrar a Story, más allá de la necesidad que puedan tener de ella los demás habitantes.

La cabaña del leñador está situada entre el bosque y el edificio, compartiendo características de ambos. Por un lado es más oscura que las otras viviendas y se mimetiza más en su entorno. Por otro lado, es el habitáculo artificial de un ser humano y su refugio contra los elementos. Representa una transición desde el bosque hacia el edificio que es una estructura en forma de U, blanca, grande y llena de ventanas. Se nota artificial, impuesta en el terreno, gran búnker donde todos son refugiados. Las puertas numeradas no permanecen cerradas y los pasillos se convierten en el lugar donde se efectúa el antiguo ritual de la conexión, de la unión entre semejantes. La zona central, ámbito lógico para esto, permanece vacía casi todo el tiempo.

En el centro de todo está la piscina. Construida como parte del entorno artificial del edificio, encierra un misterio natural. Más que un estanque estático, es una fuente de la que surge Story y de la que parte la historia. Es un lugar de renacimiento para Cleveland, el lugar donde el pasado mágico se conecta con el presente y nos cuestiona sobre el propósito. Es el hogar de la Dama del Lago de quien Arturo recibe Excalibur a instancias de Merlín. Así se configuran las cuatro zonas donde transcurre la acción: el exterior seco que rodea todo, después está la tierra verde antagonista del mundo azul y, en el medio, las viviendas de los seres humanos. Esta disposición recrea la dinámica de opuestos que permitirá llegar a una comprensión final.

¿Cómo llegar a ella? El director sienta las bases para una primera lectura centrada en la estructura del cuento de hadas clásico. Están el mundo mágico, el hada, el héroe que no conoce su poder, los acompañantes, los monstruos, y el bosque. Cada uno tiene una misión clara aunque no obvia desde el principio. La acción avanza gracias a coincidencias que sólo pueden ser explicadas por esa simple razón: ayudan a que la historia se mueva hacia su final. El cuento de hadas tiene un propósito de enseñanza y está construido de tal forma que esto se cumpla, sin darle mayor importancia a la solidez de su estructura. En este nivel, entonces, el guión prescinde de explicaciones que se tornan innecesarias y termina pareciendo caprichoso.

Sin embargo, hay que recordar que todo tiene un propósito. Bajo el cuento de hadas se oculta una crítica a las industrias de la narración. El director no se preocupa por ser sutil y es así como el personaje del recién llegado es un crítico de cine y televisión con una actitud cínica ante la vida. Es un símbolo obvio que está allí para producir risa y para mostrar que hay algo detrás del cuento de hadas, un discurso adicional que debe ser leído. El crítico se convierte en la puerta a través de la cual pasamos a otras interpretaciones. En este nivel nos dice que lo importante es la historia, que alguien debe contarla como deba ser contada, que debe llegar a la gente y que debe trascender. Así la ninfa Story es la historia, con obviedad y transparencia; Cleveland la presenta ante los demás y se convierte en narrador; ella toca los corazones de los protagonistas de una forma mágica, afectándolos tal como hace una buena historia; y ella debe ser transportada por el águila a través del aire hacia ese mundo azul que está más allá.

El propósito de trascender es el punto de unión con un tercer nivel que tiene la estructura de parábola o revelación espiritual. Está la humanidad perdida que debe volver al camino; el mensajero que anuncia la llegada de la buena nueva; el elegido que la trae y que será sacrificado por ella; y el grupo de seguidores que apoya pero que no entiende por completo lo que está ocurriendo. En este punto los vínculos rotos o inexistentes de los protagonistas cobran especial importancia porque toda búsqueda espiritual es una búsqueda por reconectarse con la experiencia de la divinidad, sea esta cual sea. Así, cada uno de los personajes está esperando una oportunidad religiosa, entendido el término según su etimología desde religare: volver a unir (al hombre con su dios). Esta reunión no solo ofrece la cercanía con un ser supremo sino que da un sentido de propósito a todo. Si existe un dios, entonces la vida tiene una dirección. Es un pensamiento tranquilizador y por eso aceptan todo sin cuestionar. Ellos necesitan creer y están dispuestos a aceptar lo increíble si eso les brinda la claridad que necesitan, la paz que inconscientemente anhelan.

3 comentarios:

Liliana dijo...

Esa especie de cajas chinas, una construida/tallada dentro de la otra, sin que puedan sacarse, es lo primero que vino a mi mente cuando te leí. Y la imagen de exterior como lo salvaje, lo desconocido como lo peligroso y lo conocido como lo seguro son buenas imágenes para describir los ambientes y las atmósferas que se plantean en la película.
Es cierto que sigue la estructura del cuento tradicional (tal cual lo analiza Propp). Pero también es cierto que no se queda en eso, que hay varias lecturas, y todas enriquecen el texto.
Me gusta mucho el análisis que haces. Quiero volver a verla, ¡ya!

mimismidad dijo...

Tan interesante como el primero de los post. Enhorabuena

MAREÑA dijo...

Para los que cremos en ninfas, duendes y otras cosas la película es muy buena, la primera parte en blanco y negro como dices, está contenido todo el argumento, después la obra va dándole color a cada secuencia hasta terminar en la conclusión. Para qué vino? ni ella lo sabía, ni los otros sabían cúal era el propósito de cada uno pero todo tiene un fin, nada está en el aire, es un engranaje, la música de fondo ayuda a ese momento esperitual, me encantó, se asocia con las ninfas.