20 marzo 2006

Re-visiones: Mala sangre

MAUVAIS SANG

El imperdonable olvido de Leos Carax en mis Imprescindibles (gracias, Marc, por recordármelo) amerita que publique una crítica que le hice a Mala sangre hace ya bastante tiempo.
LS



Mala sangre es el segundo largometraje de Leos Carax, un cineasta que había debutado con Boy meets girl (1983), cuando el cine francés se hallaba en una profunda crisis. Su película supuso una esperanza para una cinematografía que parecía haberse agotado en historias reiterativas o en modelos ya caducos.

Mala sangre cuenta una historia sencilla. El suicido de un hombre nos permite conocer las relaciones establecidas entre La Americana y Marc, quienes desean obtener una muestra del virus STBO, aislado en un importante laboratorio. Marc contrata a Alex –quien posee una increíble habilidad manual– para robarlo. Frente a este esquematismo, Carax desarrolla otra historia, más intimista, la de las relaciones que se establecerán a lo largo del film entre los personajes. Personajes y relaciones son enriquecidos por un sutil sentido del humor, así como por la delicadeza en su desarrollo. Alex huye del pasado, dejándole todas sus pertenencias materiales y afectivas a Thomas. Acepta el trabajo ofrecido para obtener dinero y comenzar una nueva vida en el extranjero. Marc, un hombre maduro y su amigo Hans viven en una antigua carnicería, junto a Anna, la mujer que Alex ha visto aparecerse en sus caminatas solitarias o en el recorrido de algún autobús.

Thomas ama a Lisa. Lisa ama a Alex. Alex ama a Anna, pero Anna ama a Marc.

Carax ha diseñado cuidadosamente cada plano. La relación entre Lisa y Alex se desarrolla en espacios abiertos y luminosos. El encuentro de Alex con Anna se lleva a cabo en una escenografía de blancos, negros y grises, donde, de vez en cuando, se cuela algún color primario: la chaqueta amarilla de Alex, la sábana roja o la bata azul de Anna. Los primeros planos permiten que la gestualidad de los actores dé espesor a la construcción de los personajes. Los planos generales, cortos, son escogidos para mostrarnos a Marc, recorriendo nervioso la “sala” de su casa.

La descripción de los personajes, aparentemente, es lineal. Sin embargo, son seres conflictuados. Marc es reservado, inquieto, distante. Se opone a su figura la de Alex, quien es hábil, espontáneo, insconsciente. La entereza de Marc se ve derrumbada por la posibilidad de una venganza por parte de La Americana, sumiéndolo en el miedo, en la débil cobardía. La destreza de Hans como médico, su solidaridad e incondicionalidad como amigo contrasta con Thomas, amigo de Alex, y su miserable traidor. La dulzura que sugiere el personaje de Lisa se ve contaminado por la descripción que de ella hace Alex: ama la velocidad, es capaz de lanzarse de una moto en movimiento si su amante no la mira cuando ella lo necesita. Romanticismo juvenil, en el que la muerte juega un papel posible. Sin embargo, Anna también es un ser dulce, pero no atormentado como Lisa. Su serenidad es característica fundamental de su personaje. Se trata de seres huérfanos que se debaten en sentimientos muchas veces encontrados. La soledad de Alex, a pesar de ser amado por Lisa y de estar junto a Anna, es tal que el desenlace de su historia no pasa de ser un trago amargo.

La esencia del film se halla en la extensísima secuencia en la que Anna y Alex quedan solos, mientras Marc duerme, luego de su crisis y Hans ya se ha retirado. Vulnerables frente a los ojos de quien pase frente a la puerta de vidrio, al mirón..., Alex y Anna desarrollan su relación entre recuerdos juveniles y sentimientos expuestos, donde priva la sinceridad. La emotiva escena en que Alex trata de consolar a Anna con sus dotes de prestidigitador es magistral.

Carax compone una historia trágica, de amor, de traición y de muerte, con un sutil sentido del humor: el virus STBO sólo ataca a los que hacen el amor sin sentir amor; la presencia del cometa Halley provoca un calor desmesurado, al extremo de calentar el pavimento, para amanecer con nieve; la secuencia del lanzamiento en paracaídas desde el avión, que al principio angustia, luego, y a pesar de los hermosísimos planos del descenso, dibuja una sonrisa en el espectador; la conversación telefónica entre Anna y Alex, donde ella susurra y él, asomado a la puerta de la carnicería, le contesta; el policía caricaturizado, quien n olvida su coquetería a pesar de ir a realizar un allanamiento; la salida de Alex del laboratorio, protegiéndose bajo la amenaza de tener con él un rehén siendo éste él mismo.

Los encuadres escogidos por Carax, ya lo dijimos, son de un cuidado sorprendente: primeros planos de caras y pies corriendo, cuando Lisa sigue a Alex; primer plano en picado sobre las manos de Alex, desconcertando a sus apostadores; Lisa en blanco y negro, cuando Alex habla con ella por teléfono; Alex se mueve al ritmo de una canción de David Bowie, encuadradas sus piernas desde las rodillas hacia abajo, y compuesto con planos generales cortos, baila, corre y pelea con su dolor, recortado sobre un fondo totalmente gris, con una que otra mancha de color.

Carax se permite juegos como mostrar a un posible Cocteau de espaldas, o dejarnos ver a Thomas con un ojo tapado, debido a una infección; idea que retomará y desarrollará en Los amantes de Pont Neuf. El clima del film, su propuesta, guarda cierto parentesco con la frescura que Godard le imprimió a Sin aliento. Mala sangre es un cuento terrible y amoroso a la vez, donde la soledad, la amistad, el amor, el miedo, la traición y la muerte se conjugan hábilmente, en un increíble despliegue formal.

Liliana Sáez

Publicado en Encuadre nro. 44-45, Consejo Nacional de la Cultura, Caracas, diciembre 1993, p. 105.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso artículo, espero que despierte el interés a mucha gente por conocer a Carax.

Y por cierto Liliana, lo único imperdonable es mi pedantería.

Un abrazo.

Liliana dijo...

No es pedantería, es pasión por el cine que nos gusta... Créeme que te entiendo.
Otro abrazo

Anónimo dijo...

Sólo quería decir que a mí también me encanta esta película.
Estoy completamente de acuerdo con tu artículo.
Un saludo.

Liliana dijo...

Gracias, Anónimo, por tu comentario. Es una película hermosa (por donde la veas).

Iveldie dijo...

Hola, acabo de ver esta película, y buscando información sobre ella he llegado a este blog. Decirte que tu reseña me ha encantado, no podrías haberlo explicado mejor. Mi idea era hacer una reseña de ella para mi blog pero después de ver esta simplemente recomendaré la película y enlazaré directamente para que la lean aquí si no te importa.

Una cosa, no entendí muchas partes de la película , más bien muchísimas, supongo que tendré que verla de nuevo, me pareció más bien un tipo de cine surrealista, quizás esas escenas no tuvieran explicación y tan solo fueran comidas de olla del director, aunque viendo tu comentario veo que captaste muchas cosas que yo.

Saludos!

Liliana dijo...

Gracias por tu visita y por el enlace... será un honor tener visitas desde tu blog.
Por cierto, lo miré por encima y pronto lo visitaré con más tiempo. Al menos, he visto que hay pelis y autores de libros con los cuales compartimos preferencias...
Gracias, de nuevo, por tus palabras.

Anónimo dijo...

Donde puedo comprar la pelìcula, estoy rastreandola y no consigo lugar para comprarla dentro de Buenos Aires. Gracias.

Liliana dijo...

No lo sé. La he visto en una sala de cine. Quizá el MALBA la proyecte alguna vez. O la Sala Lugones... Habrá que esperar.

Sergio Herranz dijo...

Hola, pues al lado de Los Amantes del Pont Neuf que vi ayer y me encantó hasta el punto de catalogarla como obra maestra genial (más aún que Holy Motors que vi hace una semana y me gustó bastante) Mala Sangre me ha decepcionado con su pesadez rítmica y argumental -no le niego méritos visuales que me son indiferentes (como lo veo yo) para la historia o la idea- por otra parte sus diálogos y teatralidad me recuerdan algo a Hal Hartley pero de un modo mucho más adolescente e ingenuo (aunque también Hal Hartley a ratos lo es...) quiero decir que si he de quedarme con una historia de amor (dura y esencial) me quedo con la de Los Amantes y que -en comparación- todo en Mala Sangre se me antoja como falso y artificioso. Mi opinión. Gracias.