02 abril 2006

La alienación comunicada

UNA MIRADA DENTRO DEL CINE NACIONAL
Marcela Barbaro

El Nuevo Cine Argentino surgió a mediados de los noventa ofreciendo hasta hoy diversas propuestas estéticas y temáticas. Frente a la tradición costumbrista del cine de los 80 y los 90 con su carácter comercial, superfluo, reiterativo y pasatista, los nuevos cineastas aportaron una renovación artística necesaria y vital para el crecimiento cinematográfico de nuestro país. A pesar de la variedad que nos ofrece, se pueden destacar dos enfoques opuestos sobre la realidad y sobre el cine en general.

Por un lado, están las películas referentes de la realidad y comprometidas con la problemática social. Por ejemplo: Mundo Grúa, Pizza, birra, faso; Un Oso rojo, Los muertos, El cielito, Buenos Aires viceversa, etc. Sus miradas se mezclan a través de imágenes estéticamente elaboradas y veraces. Tienen un sentido crítico y de reflexión acerca del mundo actual. El resultado es: la verosimilitud, la intensidad y la sensibilidad. Sus historias son dramáticas, simples y duras. Los personajes están bien definidos, ya que responden a estereotipos sociales determinados, sobre todo cuando son interpretados por actores no profesionales. El papel del cine no sólo juega como agente observador sino también como partícipe implicado y afectado con todo lo que acontece a su alrededor. Se muestra comprometido y alejado de la indiferencia. Estas características son las que lo asemejan al neorrealismo italiano. A partir de esta tendencia cinematográfica, y de otras que quedarán para otra nota, se demostró que es posible confiar y creer en nuestros talentos nacionales, los cuales han trascendido las fronteras al ser reconocidos y premiados en los principales Festivales del mundo.

Por otro lado, están las películas que abordan la actualidad adolescente y juvenil. Aquí es donde quiero detenerme. Ej.: Nadar solo, Sábado, No sabe no contesta, Silvia Prieto, Ana y los otros, Palermo Hollywood, etc. Es el mundo de jóvenes que buscan su identidad y su lugar en un mundo; lugar del cual descreen y desconfían ya que nuestra realidad, como bien sabemos, es desconcertante, injusta e inestable. Las historias que cuentan tienen un carácter minimalista al igual que su puesta en escena y sin un hilo conductor claro. Los conflictos, si los hay, tampoco se definen en el film porque están relacionados al mundo interior de los personajes que reflejan, los cuales mayormente carecen de un propósito determinado. No tienen objetivos por los cuales luchar y no se terminan de definir a lo largo de las historias. Es como si viésemos el capítulo de la historia de alguien en un momento de indecisión. Las relaciones que mantienen son meramente casuales. Nunca se preguntan nada ni se replantean nada. Son seres que se buscan sin poder encontrarse. Otro rasgo característico son sus diálogos vacíos de contenido, de profundidad, de lucidez porque en realidad monologan. Por ejemplo: Situación en la que dos amigos están dentro de un bar queriéndose levantar a una chica.

—¿Vos o yo?
—Mmm no sé, anda vos bolú.
—No, anda vos.
—No sé.
—¿Qué no sabes?
—No sé qué cosa no sé.

En definitiva, los denominadores comunes que circulan e inundan las imágenes son la apatía, el desinterés, el minimalismo, la abulia y la incomunicación. Junto a los otros cineastas, éstos también surgieron del inconformismo hacia aquel cine criticado conjuntamente con sus pares, pero la diferencia con los primeros, es que en su afán de diferenciarse tanto no proponen nada a cambio. Al parecerse un film a otro terminan siendo meros clichés. Asimismo, se manifiesta en contra de aquel otro cine que narra historias simples o complejas, con mensajes más o menos explícitos, por lo tanto ¿no hace que termine transformándose en un producto abúlico?

De la diferencia surge la oposición. Pero la oposición por la oposición misma no tiene sentido. Se sostiene con un argumento sólido y basado en una argumentación concreta que lo respalde. Tanto la incomunicación como la apatía comunican que algo pasa, como lo hace el silencio. Ambas, son algunas de las consecuencias del postmodernismo en el que estamos insertos y que son reflejadas a través de este cine.

Gilles Lipovetzky (1) habla sobre la sociedad posmoderna definiéndola como “la era del vacío en la que los sucesos y las personas pasan y se deslizan, en la que no hay ídolos ni tabúes definitivos, pero tampoco tragedia o apocalipsis. No hay lugar para la revolución, ni para fuertes compromisos políticos, la sociedad es como es y la idea de cambiar radicalmente la misma, no se le ocurre a nadie”.

El cine está realizado por directores inmersos en ese vacío definido por Lipovetzky por ende, lo manifiestan siempre consciente o inconscientemente. No buscan despegarse de esos patrones, no los critica, no da alternativas de cambio, se muestra dentro de un inconformismo y ahí se queda. No invita a reflexionar sobre la mirada y los conflictos que padecen los jóvenes de hoy como consecuencia de un sistema tan duro y de descreimiento. Se puede pensar también que no tengan pretensiones de hacerlo, pero no siento que así sea, porque ¿cuál es el fin de hacer cine? si los deseos individuales de expresión nacen de una necesidad. Y esa necesidad quiere ser escuchada, vista e interpretada por otros a los que está dirigida. Quizás para estos realizadores el cine funcione como catalizador… La sensación que me deja es la de un cine alienado en esa realidad desde donde emerge.


(1) Gilles Lipovetzkyen: La era del vacío. Ensayos sobre el individualismo contemporáneo, Anagrama, Barcelona, 1986.

2 comentarios:

Liliana dijo...

Así es, Marcela, comparto con vos que existen los cineastas preocupados por mostrar una realidad que les preocupa, mientras otros sólo recrean situaciones vanales. Aunque también me parece que no es una novedad en nuestro cine. Sin embargo, creo que ambas posturas, más allá de los valores estéticos e ideológicos que posean, muestran situaciones y personajes que permiten la reflexión sobre sociedad que nos cobija.

Anónimo dijo...

para Marcela barbaro
Marcela te lei con mucho interes y como siempre me dicipaste las dudas que yo tenia sobre el cine argentino te vengo siugiendo desde que escribis enel blogger me impactaste que las criticas de cine en prosa nunca habia leido algo escrito asi te seguire leyendo de muy ceca no dejes de escribir lo haces Barbaro como es tu apellido saludos Marggy