19 abril 2006

La violencia en Cronenberg

UNA HISTORIA VIOLENTA
Marcela Barbaro



Una historia violenta es una buena película con bastantes pretensiones.

Según declaraciones de David Cronenberg: "La violencia es parte de la naturaleza humana y de la historia de la humanidad, y demanda ser explorada. Está en los periódicos y en nuestras mentes todos los días. Entonces uno artísticamente y creativamente siente que es algo con lo que hay que lidiar, y esperás y preferís tener que lidiar en tu vida creativa, y no en tu vida del día a día...".

Tom Stall (Viggo Mortensen) es dueño de la cafetería del pueblo de Milbrook en Indiana. Está felizmente casado con Eddie (María Bello) y tiene dos hijos: Jack, un adolescente y una pequeña niña llamada Sarah. Juntos forman una armoniosa y unida familia. Todo transcurre normalmente y sin sobresaltos hasta ser asaltados, en la cafetería, por dos delincuentes que venían robando y asesinando desde otro pueblo. Tom resiste la situación con una valentía y una violencia inusitada. A partir de ese hecho, se transforma en el “héroe” del pueblo. Episodio que dio lugar a la publicación de su foto en los diarios, la cual fue reconocida por un mafioso, interpretado por Ed Harris, quien dice conocer la verdadera identidad de Tom, y con quien pretende saldar antiguas deudas pertenecientes a un pasado en común. A partir de allí, las cosas nunca serán lo que fueron.

Los pueblos parecerían ser los lugares ideales para vivir. Rincones de paz donde la violencia parece mitigarse. Éste es el escenario elegido para retratar a los personajes de Una historia violenta caracterizados por su alto grado de violencia tan latente y contenida como eufórica y terminante. Empezando por el desconcertante Tom, siguiendo con su hijo Jack y terminando con su tío, el hermano mayor de Tom, interpretado por William Hurt.

Es, precisamente, a través de esos lazos familiares donde Cronenberg pone el acento a su obsesión por los temas genéticos y como se heredan y se repiten de generación en generación. Las vinculaciones y sus parecidos. Las transmisiones de determinados rasgos que forman la personalidad y que terminarán de definir nuestra identidad. Hay toda una búsqueda íntima para definir ese lugar de pertenencia, y del que a veces se reniega.

Asociado a la violencia, el sexo siempre se manifiesta en el universo cronenbergiano. Esta vez, de manera más escueta pero con las mismas obsesiones: sexo intenso durante situaciones conflictivas, las marcas visibles en el cuerpo a modo de recuerdo y/o souvenir, la incursión en juegos sexuales, los lugares no convencionales para tener sexo, etc. Este es el modo en que las mujeres ejercitan un tipo de “violencia pasional” relacionada con otras cuestiones, y frente a lo cual los hombres se muestran cautivos.

El uso de una narración clásica juega como contrapunto de las imágenes intemperantes de este thriller. El ritmo fluye con mucha madurez y nos permite dilucidar, junto al autor, algunos interrogantes que se presentan por momentos como situaciones predecibles pero que responden a las características propias del género.

El film da lugar a ciertos interrogantes: ¿Por qué la violencia se utiliza para reafirmamos socialmente?, ¿es contraproducente formar una familia por miedo a transmitir un legado iracundo? o ¿el núcleo familiar ayuda a fomentar la tolerancia al ser un refugio de contención?, y por último, ¿cuánto conozco a quienes me rodean?

Una historia violenta es, quizás, el film más reflexivo de David Cronenberg.

7 comentarios:

Liliana dijo...

Cronenberg es de esos directores ante los cuales no sabés qué sentir. Ver sus películas es como cometer un pecado: tiene el encanto de lo prohibido, pero a la vez, te asusta la culpa. Para mí, este director sabe tocar las fibras más secretas del espectador, y lo hace con maestría.

Liliana dijo...

Finalmente, vi esta película el fin de semana pasado. Puedo decir que no es de mis preferidas. No me creí nunca la felicidad familiar del "héroe" que luego se convierte en "antihéroe". Pero sí me llama la atención cómo Cronenberg juega con el tema ético y la violencia... hasta dónde hay que ser pasivo, hasta dónde nos persigue el pasado, qué culpas debemos pagar, y así, hasta el infinito.
El encuentro entre los hermanos es, para mí, la secuencia mejor resuelta formalmente.
Y sí, no hay medias tintas con Cronenberg: te gusta o no.

Liliana dijo...

Bienvenida Kta. Agradecemos tu comentario.
Yo creo que Cronenberg no es un moralista, sino que siempre pone en el tapete el tema de la moral, como para que veamos en qué aprietos nos coloca. En fin, no es esta una película muy típica de Cronenberg, y sí, el final tampoco me gustó.

Dante Bertini dijo...

Decir que esta película, y Cronenberg, tienen "bastante pretensiones", suena despectivo, cuando en realidad me parece maravilloso que en medio de la "nadedad" actual alguien se interese por reflexionar sobre la violencia además de mostrarla.
La considero una película acertada, casi perfecta, con actuaciones medidas y un guión sabio y meticuloso que, para mí, no tiene ningún fallo final: el desenlace es tan desolador como toda la historia que nos cuenta.
A los que opinan lo contrario me gustaría preguntarles cuál propondrían ellos. Gracias.

Anónimo dijo...

Con la frase "pretensiones" apuntaba a que es un película que pretende varias cosas en post al tema que cuenta. Es reflexiva, no se queda en su propio discurso porque impacta en ele spectador, trata un tema de lo más polémico y cotidiano, etc.
Lejos estuve de ser despectiva.
Saludos.

Unknown dijo...

Cuando vi esta peli, lo que me vino a la cabeza era una metáfora acerca de los EEUU. Me imaginaba a cierta parte de su sociedad que cree vivir en el país de la libertad, de la familia, de la "bondad"?... cuando la verdadera historia de este país es la de un terrible asesino a sueldo con una lista de países saqueados larga y supuestamente oculta para algunos, que viven en la ignorancia de pensar que son "los buenos" de la peli...
Salud!

Liliana dijo...

Yo creo ver la misma metáfora, no sólo en esta película, sino en la gran filmografía de crímenes, gángsters, mafias, etc. de ese país que también es capaz de filmar "Superman" y creérselo. Porque ese es el "verso" que le venden a una sociedad (y no sé hasta qué punto al mundo), el de liberadores de países oprimidos. La desfachatez es total.