30 diciembre 2013

¡¡¡Feliz 2014!!!

Phoenix and Dragon by Puimun

Unidos, el Dragón y el Ave Fénix son considerados señal de un periodo de armonía y prosperidad, de gracia y virtud. Son el yin y el yang. Que esta pareja nos proteja y nos brinde gran ventura durante el año que comienza. 

Ojalá nos demos cuenta de toda la mala sangre que nos hacemos al leer las noticias y notemos el tiempo que perdemos en esfuerzos inútiles, cuando podríamos mirar alrededor y encontrar todo aquello que puede hacernos felices. No es mucho lo que hace falta para sonreír.

¡¡¡Feliz 2014!!!


05 diciembre 2013

Tarzán, del comic al cine

Liliana Sáez


Este mes, el reto planteado por EL ESPECTADOR IMAGINARIO ha sido África. Simplificando hasta el extremo, vienen a mí imágenes de sus extensos desiertos, como los que cobijaron las penas y las alegrías de Port, Kit y Turner, en la fantástica adaptación de la novela de Paul Bowles, realizada por Bernardo Bertolucci, El cielo protector (The Sheltering Sky, 1990). Ese desierto inconmensurable, más que cálido bajo la luz del sol e insoportablemente frío durante las extensas noches, no sólo esconde, bajo su exotismo, una misteriosa extensión sin páramo, sino que habla más bien de estados de ánimo, donde los personajes suelen aparecer aislados, ensimismados, ante un futuro impredecible y árido, donde no tienen con quién comunicarse. Es el estado de ánimo de Mónica Vitti, en la intimista Desierto rojo (Il deserto rosso, 1964), de Michelangelo Antonioni, aunque la acción no transcurra en África.
La otra imagen que irremisiblemente trae el continente negro es la de su exuberante selva. El barroquismo de la naturaleza llevado al extremo, donde el misterio subyace tras sus riscos, la velocidad de sus ríos o la espesura de la vegetación. El desierto, como las extensas arenas deDuna (Dune, 1984), esa película que David Lynch le arrebató a Alejandro Jodorowsky, ambientada en un futuro distópico y en un planeta extraño, también ofrece su costado misterioso, no solo porque no se sabe dónde termina la arena y comienza el vergel, sino por la transformación física que sufre con los vientos que trasladan la arena de un lado a otro, cambiando la realidad ante los ojos.
La selva, por el contrario, es tan espesa que puede albergar el peligro a cada paso. Arenas movedizas, tribus desconocidas, animales salvajes, insectos mortíferos. Y es en esa geografía en la que se inspiró un oscuro empleado para desatar su desbordada imaginación y crear, en 1912, un personaje que hoy parece anodino y desprovisto de interés, pero que cuando vio la luz sedujo con sus aventuras a grandes y pequeños, a dibujantes y productores, a guionistas y actores.