08 diciembre 2018

La letra con sangre entra

Liliana Sáez


En 1915, David D. Griffith estrenaba El nacimiento de una nación sin saber que estaba plantando los cimientos de unos de los géneros predilectos del cine norteamericano. Un género cuya continuidad no ha decaído –ni lo hará– mientras Estados Unidos siga “amparando” la “libertad” de la humanidad con su fuerza descomunal, sostenida por una maquinaria armamentista inigualable y el incesable discurso de patriotismo y libertad que está grabado, desde hace más de un siglo, en el imaginario colectivo de generaciones, que creen ver en su victimario al salvador de sus vidas.
La película de Griffith es famosa, porque sentó las bases del cine narrativo en una etapa de balbuceos cinematográficos, y polémica, por narrar –tomando partido por los blancos– una historia que transcurre durante la Guerra de Secesión, en la que dos familias son seriamente enfrentadas, representando a toda una población que debía alinearse del lado simplificado de los “buenos” o de los “malos”. Esa simplificación ha permitido forjar en muchos su visión acerca de la libertad, la democracia y la justicia.
Sobre estas bases se fundaron discursos relativos a la defensa de los valores tradicionales y el sentimiento de patriotismo, a través de la “ayuda” del país más poderoso del mundo a otros más «necesitados». Estados Unidos se ha convertido en el paladín de la libertad, incursionando en pueblos, cuyos gobernantes más indómitos han sido demonizados, antes de serles arrebatada la soberanía –cuando no la vida– y ser sometidos a una especie de esclavitud económica por el resto de sus días.
El cine se ha convertido en el mejor propagador de esos valores consagrados para el mundo. Valores que se sostienen sobre la base de la conquista de la libertad a través de la violencia (la guerra) y con el incalculable sacrificio de vidas para obtener una aparente independencia que, en realidad, es una dependencia económica para aquel país “salvado”, que se convierte en un avance del afán conquistador del gran país del Norte.