27 julio 2010

La luz y la oscuridad

Este mes sólo le he dedicado dos textos al número doble de El Espectador Imaginario. El buen cine, en Buenos Aires, se refugia en salas de arte y ensayo, que luchan por mantener en cartelera los títulos que con tanto esfuerzo traen al país. A veces, exhibidos para uno o dos espectadores por función. Los multicines ofrecen, cada vez con mayor frecuencia, películas mediocres, comerciales, insignificantes..., de esas que olvidas a la media hora. En esta oportunidad, me he detenido en estos dos títulos.

El primero, referido a un director que va cobrando estatura dentro del cine argentino, quizá porque su cine nos habla de lo más oscuro de nuestra sociedad. Me refiero a Pablo Trapero y su última película: Carancho. Si bien nos ofrece la crudeza de un reality televisivo donde el reportero se sube a una ambulancia y sale a recorrer un Buenos Aires marginal de noche, también hay lugar para un rayito de luz allí, donde la oscuridad parece ser total.



El otro, en realidad, fue un descubrimiento, y como tal, me deslumbró. Por eso me gustó tanto Seraphine, el film de Martin Provost. La biografía de Seraphine Louis, más conocida como Seraphine de Senlis, me develó el talento de una artista sin formación académica, cuya obra estalla en el lienzo y atrapa al espectador. El ritmo, la atmósfera, los personajes... todo está bellamente armado para pasar un rato muy agradable.



Los textos, así como los de mis colegas, están disponibles en el último número de la revista. Una revista que cada mes va creciendo y mejorando. Quizá no esté muy bien que yo lo diga, pero siento orgullo por el crecimiento logrado a lo largo de los catorce números publicados.

15 julio 2010

El maletín mexicano



El maletín mexicano ha sido descubierto hace ya un par de años. Sin embargo, cobra actualidad porque se prepara pronto la exposición sobre la Guerra Civil española: This is War! Robert Capa. Gerda Taro, en Madrid, con fotografías contenidas en tal envase. Me interesa destacar la obra de Gerda Taro, la compañera de Capa durante estos años, pues ella solía retratar la parte más humana de la guerra. Comprometida ideológicamente con los republicanos, esta joven dejó su vida en el campo de batalla, cuando a los 26 años murió arrollada por un tanque.

Vale la pena detenerse unos minutos en El maletín mexicano, por Trisha Ziff, donde se cuenta la historia de estas fotos que han visto la luz hace tan poco. Si bien rescatamos la figura de Gerda Taro, en el trabajo de investigación expuesto por Trisha hay material suficiente para más de una película.

Sobre Taro, dice Ziff: "Ella trabajaba libremente, acercándose a sus modelos, muchas imágenes incluyen mujeres, ella parece haber intimado con aquellos que fotografiaba, está presente una cualidad de conversación, como si hubieran realizado un trueque entre ellos. Precisamente, Taro desafió la épica con lo íntimo, literalmente involucrándose en su guerra, haciéndola suya. Sus ideas políticas fueron las que la llevaron a España en primer lugar, antes que la fotografía y su visión ideológica, la que la llevó a hacer sus imágenes en la manera en que las hizo. Taro fue la primera mujer fotógrafa en morir en acción, en la batalla de Brunete, en julio de 1937. Apenas tenía 26 años de edad y poco más de un año de comenzar a tomar fotografías (...)".

Quienes estén en Madrid, disfruten de la exposición. Los que no estamos, esperemos que sea una muestra itinerante y algún día llegue hasta nosotros.

LS

Soldados republicanos, Valencia, 1937


Músicos callejeros - Barcelona, 1937


Funeral del Gral Lukacs, Valencia, 1937


Dos soldados republicanos llevan a un herido, Paso de Navacerrada, Segovia, 1937