
... de GETINO: Porque junto a Solanas hizo, si no la más importante, una de las más trascendentales películas argentinas: La hora de los hornos fue para mí (y para mi generación) una revelación, una manera de decir y participar en la realidad que no tenía precedentes en el cine visto hasta entonces. El cine como arma, el cine como conciencia. El cine protagonista. Además, Gettino ha escrito invalorables libros sobre el cine latinoamericano y argentino.
...de GILLIAM: Ante todo, por ser parte de ese grupo genial que fue Monty Python; por Brasil, una de las películas más opresivas que he visto; por la magia de Las aventuras del Barón de Munchausen; por las carcajadas que me provocó Los caballeros de la mesa cuadrada (codirigida con Terry Jones), la ternura de El pescador de ilusiones, la vuelta a la infancia con Los héroes del tiempo y la locura de Doce monos. Si existe un director creativo, que ha probado todos los géneros y su huella permanece en cada una de sus películas, es éste.
...de GLEYZER: Uno de los cineastas desaparecidos por la dictadura que implantó el terror de estado en 1976. Recuerdo haber visto Los traidores, una denuncia contra la burocracia sindical, a escondidas en un aula de la facultad.
...de GODARD: El maestro. El que viola todas las convenciones, justamente porque las conoce como nadie. El más moderno, intenso, intelectual de los cineastas actuales. Mis preferidas: Sin salida, Alphaville, Una mujer es una mujer, Vivir su vida.
...de GÓMEZ, Manuel Octavio: La única película que vi de este director es La primera carga a machete, en la sala de la Cinemateca venezolana, cuando hacía las veces de aula para Cinematografía II. Mis ojos quedaron absortos, mi mente obnubilada. Pensé en ese entonces: si hiciera cine, querría hacer algo así.
...de GORETTA: Sólo por una película, donde vi por primera vez a Isabelle Huppert, tan frágil y tan vulnerable, desde entonces una de mis actrices preferidas. El film: Amantes (o La encajera, o La dentelliere), de una sensibilidad extrema.
...de GREENAWAY: Para mí, palabras mayores. Este director suscita sentimientos encontrados. Hay quienes lo aman y hay quienes lo odian. Yo lo amo. Por sus puestas en escena, por la elección de sus actores, por sus historias tan extremistas, por todo el exceso del que es capaz y por su sensibilidad estética en la composición de cada cuadro. Las que no me canso de ver: El contrato del dibujante, El vientre del arquitecto, El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante y Escrito en el cuerpo, pero también Z00 (Una zeta y dos ceros) y Conspiración de mujeres (Ahogados por número)...
...de GRIERSON: por sus documentales y su posición frente a un cine que intentó movilizar a sus espectadores para provocar un cambio social.
...de GRIFFITH: Porque sí, porque tuvo en sus manos una cantidad de piezas sueltas y logró combinarlas de tal manera que pudo escribir con sus planos y con la iluminación historias que eran narradas de una nueva manera. Porque descubrió para el cine una narrativa propia, a partir de la cual ya se podría hablar de lenguaje cinematográfico. Casi nada. No puedo olvidar Intolerancia ni El nacimiento de una nación, ni los innumerables cortos que visioné durante mi carrera.
...de GUTIÉRREZ ALEA: Me gusta muchísimo Memorias del subdesarrollo, esa visión del intelectual que sigue el pulso de su ciudad, de la gente, de los problemas sociales y políticos que la trastornan. También La muerte de un burócrata, La última cena y Fresa y chocolate. Me atrae su compromiso con una revolución de la que es partícipe. Me gusta de ese compromiso su mirada crítica.
... de GUTIÉRREZ ARAGÓN: Por Habla mudita, una película que vi hace añares y que no he olvidado. Es sencilla, pequeña, eso... inolvidable.
...de GUZMÁN: Por su compromiso político plasmado en una obra casi monumental: La batalla de Chile.
Como siempre, deben faltar algunos. Y como siempre, he dejado afuera a los desconocidos, a los que no me llegan y a los que considero intrascendentes.
Liliana Sáez