11 julio 2006

El aura... aunque íbamos por más



En la ciudad, un cajero automático, un banco y un taller de taxidermismo oscuro y desordenado… El resto de El aura se desarrolla en una zona agreste, donde los personajes que la habitan se confunden con la rusticidad de la maleza. Una cabaña mugrienta, una camioneta maltratada, una zona secreta… El coto de caza transformado en la mente de un epiléptico en escenario para el golpe perfecto.

Un tipo que no mata una mosca, el azar que no es tal, un personaje que no aparece pero que está presente todo el tiempo... son algunos de los ingredientes de un guión que no termina de cerrar. Sin embargo, la película se disfruta hasta el final. Es que no sólo son sus paisajes increíbles, bosques donde la luz se cuela de una manera casi surrealista; ni la calidad de sus actores, que llevan de la mano a personajes muy ricos con sólo algunas pinceladas de definición…

El aura es una película bien filmada, con algunos detalles que, a pesar de pecar de efectistas, son amabilidades que se toma el director para hacerle una caricia en el hombro al espectador.

Bielinski ya no volverá a filmar. Pero antes de irse impactó al público argentino con Nueve reinas y lo conmovió con El aura.

Liliana Sáez

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Merecido homenaje a un director que dejo su talento a mitad de camino.
Creo que en El Aura hay cosas que no cierran como bien decís y el relato decae en la mitad de película y vuelve a levantar al final.
Una pérdida para nuestro cine. No se lo merecía ni uno ni otro.

Canichu, el espía del bar dijo...

¿Y que opinas de la educación de las hadas, también de darín?

azulquitapenas dijo...

Mi hermano es un gran aficionado a ver el cine en casa, un domingo llegó alguien con esta película, cuando habían transcurrido unos 10 minutos, otro de la familia dijo: apenas para Adriana, qué película tan rara. Te va agarrando poco a poco, el suspense tiene un caracter latino, en ningún momento sentís que están buscando un remedo gringo, eso que decís del tipo que no mata una mosca me encantó, el trabajo actoral de Darín es maravilloso, si ya en sus otros filmes me había encantado, ahora me gustó muchísimo más. Me uno a tu dolor por Bielinsky, Nueve reinas es uno de esas historias que catalogo como perfecta para enseñar estructura cinematográfica. Al menos nos dejó sus historias. Te cuento que me espera este fin de semana un regalo doble que me trajeron de Buenos Aires; Dí buen día a Papá y la otra con un nombre maravilloso y con Darín: El mismo amor, la misma lluvia. Un abrazo
Adriana

Liliana dijo...

Sí, Marcela, tristeza y quedarse con las ganas.

Canichu: esa peli no llegó a Buenos Aires aún, pero con ese director y con ese actor, seguramente en cuanto la estrenen iré a verla. Darín es bueno, de verdad. Sólo espero que no abusen de él y lo conviertan en un Luppi o en un Alterio, que finalmente terminan haciendo de ellos mismos.

Adriana: qué bueno que te llegue cine argentino a Cali. "Nueve reinas" es perfecta hasta que pierden el maletín... después me aburrió, me pareció inverosimil, pero respeto los gustos (conozco mucha gente a la que le gustó). No he visto "Di buen día..." y "El mismo amor, la misma lluvia" creo que te va a gustar. A Darín vale la pena verlo en "Kamchatka", ¿o será que me habla de cosas vividas?
Que disfrutes tus pelis.

Abrazo para los tres.

Canichu, el espía del bar dijo...

pues lleva ese camino el señor darin, lo siento.

Liliana dijo...

Es una verdadera lástima. No sé cómo hace la industria, pero siempre termina arruinando a los grandes intérpretes.

Anónimo dijo...

Tengo dos interpretaciones de esta película. En cuanto la ví no me cerró. A los días (tardó en caerme la ficha) la procesé y ahí sí, hice otra interpretación y me cerró.
Kamchatka pide pista, merece un comentario, pero prohibido llorar.

Liliana dijo...

Dale, escribí tus dos interpretaciones. Yo no logré cerrar la nota. Fijate que si Bielinsky no se moría, ni siquiera la publicaba, porque para mí no hay cierre. Si lo tenés, por favor, mostrámelo.

Y Kamchatka... ah... ¿no te animás a escribir vos? Esto de exorcizar fantasmas tan corpóreos, con tantos años encima de una, no sé si me sirve... no sé si podré hablar de Kamchatka con la distancia que hace falta... Fijate vos, dale, animate... por ahí yo me uno y escribimos a cuatro manos... ¿querés?
Y lo de llorar, ya sabés que no puedo evitarlo, me recuerda el comienzo de una pesadilla, cuando no sabíamos lo que se venía... (Tengo miedo de escribir sobre esto).

Anónimo dijo...

En cuanto ví la película hice una lectura lineal y me quedé con eso. Una historia de un taxidermista epiléptico con una vida mediocre y ansias de vivir una aventura, la vive y después vuelve a su vida común como si nada hubiera pasado. Ahí terminó todo, me gustó pero hasta ahí, fue como si me faltara una vuelta de tuerca.
A los días reaccioné e hice una lectura diferente: la "aventura" en realidad fue "un aura" en su vida. Fue un sueño, producto de su imaginación y de su espíritu inconformista, como escape a su vida mediocre. No sé si esa fue la intención del realizador pero, con esa interpretación, me gustó, me pareció original en el cine argentino.
En cuanto a Kamchatka no prometo nada, pero creo que se lo merece, aunque toque las fibras más sensibles y me afecte individualmente.

Liliana dijo...

Es posible esa lectura. Sí. No lo había visto así, pero sí...
Y Kamchatka, ayyyy.

Raúl dijo...

Como dice Liliana: "un tipo que no mata ni a una mosca" se decide a algo muy por encima de sus posibilidades. Así le va. El mínimo error llega y su alter ego, el perro de los ojos bicolores, lo acompañará nuevamente en su ocupación principal (de buen taxidermista): dar apariencia de vida a la muerte, cuestión que cierra un círculo con lo que digo en el primer párrafo. Ese es el cuento. La metáfora: ¿tal vez la Argentina de la fiesta Menemista?
No lo sé: sólo sé que extraño a Bielinsky...

Raúl Bellomusto