29 agosto 2007

De la vida misma

No tiene que ver con el cine, es de la vida misma.
Ojalá sirva de algo publicar esta carta en este espacio:
Que Clara Anahí Mariani pueda reencontrarse con su abuela.
Para ver la información, hacer clic sobre la imagen.

LS


8 comentarios:

Jorge López Fernández dijo...

Espero que pueda reencontrarse con su abuela, Liliana. Ojalá no hubieran existido barbaridades como ésa. :'-(

Liliana dijo...

Este es uno solo de los casi 400 casos que se dieron de manera parecida.
Han aparecido menos de 100 chicos. Y l@s abuel@s ya están muy mayores.
El daño hecho todavía no se puede calibrar. Es demasiado grande, a pesar de los treinta años que han pasado.

Raquel dijo...

Estoy llorando, Liliana, ahora mismo no puedo escribir nada. Un beso.

Dante Bertini dijo...

también me lo enviaron.
extraña cosa: hace unos meses presenté un libro sobre desaparecidos escrito por una periodista cordobesa de apellido mariani.

Liliana dijo...

Quizá tenga que ver con esta familia... ¿quién no conoció a algún desaparecido en este país?
Es todo muy triste.

Raúl dijo...

Era muy chico y fui involuntario testigo de un secuestro que se convertiría en desaparición. Jamás lo olvidé. Jamás se borraron de mi mente las imágenes de ese auto, de esas puertas abiertas al unísino, de esa desmedida cantidad de gritos, gentes y armas para llevarse a una sola persona.
Es cierto lo que dice Lili, no hay medida ni la habrá para este tipo de atrocidades. Comparar a sus autores con animales es ignorar la inocencia de las bestias, es ofenderlas.
Ojalá esta abuela pueda ver a los ojos a su nieta. Después de tanta lucha, es lo que merece antes de dejar este mundo...

Gastón Martorelli dijo...

Ojalá esta abuela pueda lograr reencontrarse con su nieta...

Desearía que esto no suceda más, que estas atrocidades no se cometan, en fin, es medio utópico hoy...

Abrazo fuerte

PD: gracias por pasarte por mi blog...

Liliana dijo...

Yo viví algo muy parecido, Raúl, y lo recuerdo como si hubiera sido hace un instante. Nunca más fui la misma.

Gastón, gracias a ti por pasarte por aquí. Y comparto tus deseos utópicos.