Argentino, casi desconocido, su poesía se agita fresca, joven.
De las manos de un telegrafista pampeano brotan estas palabras, que parecen definir a Juan Carlos Brustriazo Ortiz, poeta que se ha marchado para siempre, aunque permanezca en sus más de ochenta libros, muchos inéditos.
¿No es maravilloso lo que dice?:
Primera Palabra
Y aquí estoy yo, pensoso y descendiente,
junto a esta luz meralda que se mece,
el juan azul, el carlos marilloso,
espiando aquí, dentrocullá, qué tonto.
Quién me dirá qué-buscas-en-lo-huyente?-,
la-cepa-o-ya-la-borra-de-tu-gente?
Aquí estoy yo, racimo alabancioso.
Fantasmas más, fantasmas menos, duermen.
Y aquí estoy yo, pensoso y descendiente,
junto a esta luz meralda que se mece,
el juan azul, el carlos marilloso,
espiando aquí, dentrocullá, qué tonto.
Quién me dirá qué-buscas-en-lo-huyente?-,
la-cepa-o-ya-la-borra-de-tu-gente?
Aquí estoy yo, racimo alabancioso.
Fantasmas más, fantasmas menos, duermen.
Y una pena que para conocerlo haya debido morir.
1 comentario:
precioso, no lo conocía
me anoto su nombre
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