El cine sigue marcando mis horas, mis sueños, mis desvelos. Kinephilos ha sido fiel compañero que ha abierto sus páginas a los amigos. Hoy la atención se ha derivado a El espectador imaginario, especie de evolución de este blog y concreción de otra esperanza, la de la escuela (Aula Crítica).
No quiero cerrarlo, porque aquí está el esfuerzo de muchos amigos, los comentarios de gente que tuve muy cerca, algunos pensamientos que desencadenaron ciertas películas... pero, sobre todo, está la libertad de escribir desde el ser humano y no desde la profesión. Así que espero poderle permitir latir, unas veces con mayor pasión que otras, por mucho tiempo.
1 comentario:
Es la semilla, es el testigo y acá está parte de nosotros. Felices cinco años :)
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