03 octubre 2008

Mejor que el diablo no lo sepa

Liliana Sáez


Como nos tiene acostumbrados Sidney Lumet, su última película entraña en su historia una fuerte crítica a la sociedad (en este caso más concretamente a la familia) norteamericana. Es lo que me llevó a esperar el momento justo para ver, disfrutar y admirar Antes que el diablo sepa que has muerto. Debo confesarles que me decepcionó. No encontré al maestro allí, sino grandiosas actuaciones que engañosamente envuelven a unos pobres personajes obligados a representar una historia oscura y retorcida.

Me predispuso muy bien la idea del golpe casi perfecto, que si es dado por dos fracasados, no puede sino terminar muy mal. El éxito (y sus dificultades para alcanzarlo) es el tema predilecto de los norteamericanos, venga arropado por la prenda que sea. La descripción de los personajes es demasiado ingenua, cargada de tintas en los vicios del hermano mayor, en la mediocridad del menor, en la felicidad de los padres, en la estupidez de sus mujeres. No hay grises, todo es negro o blanco…

La estructura de la película intenta ser novedosa en su fragmentación y en las idas y vueltas temporales que permiten armar el mecanismo de la acción a la manera de un rompecabezas. Sin embargo, en esa composición no sumamos mayor información que si se nos hubiera contado de manera lineal, por lo que el artilugio aparece como eso mismo, como un efectismo vacío más que como un juego inteligente servido en bandeja al espectador.

Y luego los tics de la televisión, que no son poca cosa en un hombre que ha firmado obras magníficas, contestatarias, brutales, de las que defiendo entre sus mejores: Equus, Network y Tarde de perros. Cada segmento que dedica a cada uno de los personajes de Antes que el diablo sepa que has muerto con su historia retrospectiva frente al hecho que los conecta pareciera un “previously…” de cualquier serie. Y ni hablemos de las descripciones de las locaciones que contienen a los personajes, no pueden dejar de recordarme a las telenovelas latinoamericanas, que para hablarnos de la familia pudiente del niño de la casa nos muestra un edificio de un barrio carísimo, para luego instalarnos en el living de su casa y seguirlo en sus acciones (pero ahora sí, con el añadido de información que pertenece a una familia rica). ¿Qué decir del automóvil del padre que sigue los pasos de los hijos? Son cuatro o cinco paradas, con el auto negro que estaciona unos metros más atrás, como en los viejísimos policiales donde lo obvio no era tan obvio, pero vistos hoy causan cierta gracia (cuando alguien escapa, ¿no controla si lo siguen? ¿estos personajes no conocen el auto de su padre?).

Me pregunto yo: ¿la felicidad de los padres puede llevar a la desgracia a los hijos?, ¿eso que llaman instinto maternal no es un amor que encuentra su paralelismo en un sentimiento semejante al que siente un padre por su hijo?, ¿es necesario que alguien a quien se le ocurre un plan descabellado deba ser impotente, drogadicto y estafador para que cuadre con la maquinación de una idea con pocas luces?, ¿hace falta que para ser un fracasado la mujer deba decirle al marido que es un inútil, que la hija lo gritonee porque no cumple con lo prometido, que el hermano lo "ningunee"?, ¿es necesario que para demostrar que todo está podrido se llegue al extremo de traicionar al hermano, conquistando a su esposa, como para no dejar un resquicio de salvación a los personajes en juego?

Yo vi muchas películas en una. Y una película que no me alcanzó a resultar una.



13 comentarios:

Lena dijo...

Buen desmenuce crítico, Liliana. Un abrazo.

Dante Bertini dijo...

pues no estamos en absoluto de acuerdo...
Para mí es una de las películas más vigorosas que ví en los últimos tiempos; un tour de force juvenil en un director de más de ochenta años y una carrera con errores pero sin renuncios notables. Un film moral, en una época donde lo que mola es la violencia porque sí, el grafitismo sobre las almas y los psico killers rebuscados. La mirada sobre la familia americana es una mirada sobre todas las familias medio burguesas de occidente (me niego a ver a los yanquis como bichos raros, diferentes)y el final una lección de compromiso sin prejuicios, la llamada de atención se un viejo sabio.

Capi Vidal dijo...

Muy acertadas tus opiniones. La película de Lumet era muy atractiva a priori y francamente decepcionante al final. No entiendo las buenas críticas que ha tenido. Todo es tremendista y/o caricaturesco (creo que sin pretenderlo) y el final me resulta ridículo e irritante. Hasta a Seymour Hoffman, que suele estar muy bien, le veo ya con muchos tics.
Saludos.
Capi

Liliana dijo...

Lena, ¡cuánto hace que no paso por tu blog! El trabajo me tiene absorbida, pero pronto me pasaré por allí. Besote.

Cachito, descubrí a Lumet en el cine Roca, el de Rivadavia casi Medrano, cuando proyectaron Equus. Era más que joven en esa época, pero grabé su nombre para estar pendiente de cada película que hiciera en el futuro.
Ya digo en la nota cuáles son mis preferidas. Es un director hecho y derecho, comprometido como pocos. Nada de eso le quita lo que pienso de esta última película.
Arropada con toda la historia de Lumet y sus películas fui al cine esta vez... para ver algo que no me llegó ni me llenó. Lo sentí falso. Lo sentí excesivo...
Pero lo mejor de los grandes directores es esto, que tengamos distintos puntos de vista sobre una misma obra. ¡Qué suerte esa! Un abrazo (te debo visita).

Capi, bienvenido al blog. Gracias por tu comentario y pronto me tendrás visitando el tuyo.

Raúl dijo...

Pues yo me encuentro a medio camino entre la opinión de Lili y la de Cacho. Otra muestra de la pluralidad de opiniones que puede despertar un grande...

Por cierto: qué película "Network"!

yorgos dijo...

hola Liliana! cuánto tiempo sin pasar por aquí a comentarte! ya lo echaba de menos.
Bueno, yo creo que es verdad que la película da más espectativas de las que cumple. me parece entretenida, pero tiene algunas lagunas considerables. lo que comentas del coche del padre, Liliana, es casi cómico. del mismo modo, creo que se buscan demasiado los excesos, los extremos en los personajes, y como bien dices, esa falta de matices (de "grises") entre el "blanco y el negro" es un punto en contra. Auque no me encantó tampoco me ecepcionó demasiado, y creo que será porque hablando desde mi ignoranca, no he visto las películas que citas y por tanto no puedo establecer una relación o una pérdida de valores cinematográficos en su carrera.
un abrazo bien grande!

elamantepolar dijo...

Hola Liliana,
Veo que finalmente has publicado la crítica que te tenía atascada. Vaya, no me esperaba ese "varapalo". No la he visto todavía, así que te he leído "de refilón". Creía que habías recuperado el pulso narrativo de antaño pero en cuanto la vea ya te diré si comparto tu mirada o no.
Saludos!!!!

Liliana dijo...

Me gusta leer opiniones diferentes a la mía, porque quiere decir que la película vale la pena (aunque a mí me haya decepcionado).
Me pongo difícil, a veces... Estoy esperando por la peli que me sorprenda...

Ariel Luque dijo...

Somos muchos los que hace bastante que no pasamos por aquí. Como te va Liliana? Bueno con este film me pasó algo extraño, no logró embelesarme como si lo hiceron otras películas de Lumet (como la nombrada Tardes de perros). Eso si destaco las excelentes actuaciones de todos, pero esa desfragmentación pseudo-novedosa no le hizo mucho bien al film y tampoco lo veo como algo que le otorgue un condimento excitante para mi paladar cinéfilo. Son cuestiones de gustos. Un beso grande!

Ariel.

Liliana dijo...

Gracias a todos por sus comentarios. Me alegra saber que algunos no comparten mi opinión, porque eso habla de la riqueza de una obra, y Lumet se lo merece.

Pero también me pone contenta que alguien más comparta mi parecer, porque no me siento tan sola en la crítica que le hago a este film.

Siempre son bienvenidos. Ya lo saben, comentando o publicando. Kinephilos los espera con los brazos abiertos :)

Canichu, el espía del bar dijo...

te dejo en mi b log el resumen de los ganadores de alcine 38ª, y te digo que mi largometraje favorito era "3 días", aunque estoy muy deacuerdo con el ganador, al cual voté alto también.

g. dijo...

No ví la peli. Te dejo un abrazo como un rancho. Y besos.

Guillermo dijo...

El mejor thriller del año. Me encantó.
Fantástica reseña.
Un saludo