No puedo comentarla ahora, porque me esperan sus 386 páginas para internarme en ellas con verdadera fruición. Sólo reproduzco su Editorial, para que se contagien de este entusiasmo que me ha invadido y quiero compartir. Pero, antes, vayan felicitaciones a todo el equipo por ese segundo año que están cumpliendo.
LS
EL ARRECIFE DE DONOVAN
El lugar desde el cual se fragua esta publicación no es precisamente la embarcación que lleva el nombre de una lejana tierra y que navega en busca de horizontes perdidos. En realidad, como si de un remozado, aireado y soleado laboratorio del Dr. Frankenstein se tratara, ese espacio desde el que conspiramos y buscamos las fórmulas que creemos más adecuadas para confeccionar la ruta de dicha nave y, por lo tanto de cada número de la revista, es un punto lejano en los mapas que aparece y desaparece de ellos, donde la luz es en Technicolor, y en el que, como en todo territorio mítico y no exento de embrujo, llámese Shanghai, Yoknapatawa o Shangri-La, todas las historias todavía pueden suceder.
Durante la travesía del presente número cumpliremos dos años de existencia. Ha sido un periodo de tiempo en el que hemos puesto las bases y creado las señas de identidad de una publicación que busca, lentamente y sin pausa, (re)construir un espacio y una línea de actuación que, creemos, sigue sin cubrirse por otras publicaciones, bien impresas, bien electrónicas, que parecen empeñadas en reproducir los mismos esquemas y, en algunos casos, las mismas disputas de siempre, naturalmente, acopladas a las nuevas circunstancias y variantes actuales.
Desde El arrecife de Donovan conducimos Shangri-La por los márgenes y bordeando la periferia, pero sin sacralizar ésta ni descartando otros discursos, supuestamente, menos radicales. Si algo, desde un primer momento, tuvimos claro, ue crear una publicación plural donde diversas formas de leer y ver la palabra y la imagen tuvieran un lugar de encuentro en sus textos, y alejarnos de un exceso de formalismo y de la liviandad y frivolidad que, en unos u otros, dentro y fuera de la red, abunda. No nos interesaba, ni nos interesa, una publicación sujeta a la actualidad y la tiranía que ésta impone; no nos seduce el crítico que se convierte en un profesional de su oficio que, en muchos casos, se asemeja a un funcionario escribiente que con desidia rellena un formulario; no queremos acabar repitiendo la misma crítica una y otra vez, o caer en el batiburrillo que a algunas publicaciones caracteriza y donde todo vale.
Queremos ser un punto de encuentro, sin proponernos sentar cátedra en nada, abierto a todos aquellos que reconozcan e identifiquen el rastro y los surcos que nuestro viaje, sin ruido ni alharacas, va dejando. Para todos los que se decidan a dejar sus huellas junto a las nuestras, que deseen cartografiar con nosotros una emblemática topografía invisible, seguimos oteando posibilidades desde este arrecife.
Inauguramos El arrecife de Donovan, una sección que aparecerá de vez en cuando.
También comenzaremos una nueva dinámica y estructura de publicación que iréis descubriendo y que esperamos sea de vuestro agrado.
Como siempre, y como hasta ahora hemos venido haciendo, al inicio de cada nueva travesía: la descarga en pdf del número anterior. Este es el principal objetivo a cumplir cada cuatro meses.
Por fin, el anunciado número 22 de Banda Aparte. Revista de cine – Formas
de ver.
Y también, el segundo número de la colección Encuadres.
En las Texturas encontrareis, entre otros, a David Lynch, Brian de Palma, Woody Allen, Anna Seghers, Juan Benet, Truman Capote, Ian McEwan, Joe Wright, John McGahern...
Memoria/s de Auschwitz hemos titulado la Carpeta correspondiente donde combinaremos por primera vez en un monográfico el cine, la literatura y el cómic.
Deseamos que disfrutéis este número tanto o más como nosotros lo hacemos elaborándolo.
2 comentarios:
Mis felicitaciones tambien para la gente de Shangri-la, realmente fantastico lo que hacen! Una brazo enorme!
Ariel.
Saludos cinégagos.
Publicar un comentario