Se va un nuevo año.
Al hacer el balance, reconozco que es más lo que he ganado que lo que he perdido. Obviamente, no hablo de ganancias materiales.
Como todo año, ha habido unas de cal y otras de arena. Pero la memoria, esta vez, me rescata las bondades que he recibido, los logros que he alcanzado, los amigos que he sumado, las dosis de felicidad que aún me sorprenden.
Viene a mi memoria una escena de mi infancia, en la que mi madre me leía poemas de Gabriela Mistral. Me gustaría cerrar el año con esa sensación de serenidad, de compañía, de amor...
¡¡¡Feliz 2012!!!
Riqueza
Gabriela Mistral
Tengo la dicha fiel
y la dicha perdida:
la una como rosa,
la otra como espina.
De lo que me robaron
no fui desposeída;
tengo la dicha fiel
y la dicha perdida,
y estoy rica de púrpura
y de melancolía.
¡Ay, qué amante es la rosa
y qué amada la espina!
Como el doble contorno
de dos frutas mellizas
tengo la dicha fiel
y la dicha perdida.
Imagen: Stephanie Pui-Mun Law
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