06 mayo 2018

Milla (Valerie Massadian, Francia / Portugal, 2017)

Liliana Sáez



Largamente esperada, llegó esta película de la directora de Nana, vista en Bafici 2012. El tono que Massadian le imprime a sus historias conmueve por las situaciones en que coloca a sus personajes, ubicados en espacios a los que dota de cierto aire fantástico. Así era el bosque y la cabaña que la niña habitaba junto a su madre en Nana. Así comienza Milla, con la imagen, detrás de un vidrio empañado, de una pareja cobijada bajo una manta roja, mientras a lo lejos se desdibuja un paisaje con árboles. Corte de plano y vemos a Milla y a Leo dentro de un auto abandonado. No están en el bosque, aunque hayamos escuchado trinos de pájaros, sino en un acantilado frente al mar, en la costa francesa del Canal de la Mancha. Hace frío y no es temporada de turistas. Los jóvenes son apenas adolescentes y futuros padres. Están solos y buscan dónde refugiarse. Ocupan una casa deshabitada y allí arman su nido. De pronto, han dejado de ser niños y la madurez golpea la puerta de sus responsabilidades.
Es una película triste, melancólica, con una historia que se desarrolla en un paisaje frío, donde la soledad se exacerba. La chica prepara su hogar, en un ambiente cálido, dado por el rojo de la manta que los abriga desde el comienzo y la luz del sol que pasa tras las ventanas. Mientras tanto, Leo busca trabajo como pescador. Las imágenes en el barco pesquero combinan el amarillo de los pilotos con el negro del mar por la noche. Durante una crucial tormenta, Massadian juega con planos de un mar embravecido, en el que la espuma hace juego con el plateado de los peces que caen violentamente de las redes. Metáfora y elipsis.
La vida de Milla cambia de la noche a la mañana y debe salir a buscar trabajo. Una pieza musical funciona como interludio. Es un corte rotundo que nos saca de la historia como saca a Milla de la adolescencia. La chica se desplaza por espacios de colores fríos y establece amistades mientras espera a su hijo. Cuando este llega, comienza la tercera parte de la película, que es una lección de supervivencia bellamente contada y con un trasfondo que deja huella en el espectador.

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